Definida como la cualidad de aquello que es moderado y discreto, de estilo sencillo, austero y sin adornos superfluos, la sobriedad puede reflejarse en un estilo de decoración elegante, neutro y atemporal que logra adaptarse a cualquier tipo de espacio.
La decoración atemporal es aquella que no nos remite a ningún tiempo ni a ningún espacio específico.
Es lo que podríamos llamar “decoración neutra”, en la que los elementos (muebles, formas, revestimientos, etc.) crean ambientes que no pasan de moda.